Como decir NO sin miedo

Digo sí cuando quiero decir no. Decir no muchas veces no es nada fácil porque tenemos una serie de condicionamientos que llevamos a cuestas desde nuestra niñez. Decir no significa decepcionar a alguien, sentirse culpable, negar algo necesario para alguna persona, quedar mal, ofender al otro, que dejen de quererte, que no te acepten, que te critiquen, que te juzguen. Por todas estas creencias que te limitan terminas diciendo sí cuando quieres decir no.

Hola, ¿qué tal estas? Estoy segura, aunque no te conozco, que ya te ha pasado esto en tu vida no una vez sino varias veces. No soy adivina, aunque sea un poco bruja, se con seguridad que te cuesta decir no simplemente por el hecho de que estas oyendo este episodio. Espero que te ayude a decir No y quedarte tan a gusto contigo misma.

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Cuando decimos sí pero- queremos decir no, es debido muchas veces por nuestra educación, pero mi experiencia personal y profesional me dice que está muchas veces relacionado con nuestra autoestima. Veo continuamente como una persona que está en una relación donde no es feliz, que sufre y que sabe que no hay forma de que la cosa mejore, sigue diciendo sí a esta relación que no le hace feliz.

Decir no y poner límites es necesario en cualquier clase de relación. Poner límites incluso de padres a hijos es absolutamente necesario pero el miedo que tenemos que nos dejen de amar hacen que no pongamos límites. Y te aseguro que una relación sin límites termina siendo toxica. En todas las relaciones están los acuerdos, pero también están los innegociables y es ahí donde digo que NO.

Como he dicho antes el decir no está relacionado con nuestra autoestima. Tenemos miedo por lo tanto cedemos yendo en contra de nuestra voluntad y eso baja aún más tu autoestima. Si digo no, siento confianza en mí misma y mi autoestima sube. Sube porque te has priorizado y cuidado tus intereses.

Si dices sí siempre te sentirás mal contigo misma porque te llenaras de resentimiento contra a esta persona porque te sentirás manipulada y que abusan de ti. Muchas veces lo que necesitas es tomar las riendas de tu vida responsabilizándote de tus acciones.  Asegúrate de entender lo que te piden y escúchate. Si no quieres lo que te piden di NO.

Vamos a ver cómo puedes decir No sin que sea tan difícil.

Cuando dices un no es una decisión que estas tomando. En todas las decisiones que tomamos en la vida, te aseguro que tomas cientos de decisiones a diario, conlleva un riesgo. Puede que la persona encaje bien el no o todo lo contrario. Estate firme en esta decisión y di el no de forma rotunda sin llegar a ser agresiva.

Si lo que te piden necesitas meditar, si dudas y no sabes que hacer, di que te permita contestar más tarde. Lo meditas y lo decides.

Si hay urgencia en lo que te pide, si tienes que decidir en el acto y lo primero que se te pasa a la cabeza es un NO rotundo, di simplemente NO.

Se que no es fácil decir que No cuando puede estar en juego una relación de pareja o de trabajo o de amistad, pero hay que valorar la situación y ser coherente con lo que piensas.

Si la persona insiste mucho y no respeta tu decisión a lo mejor tendrás que replantearte la relación que tenéis, sea la que sea.

Hay personas que son invasivas, egoístas, pedigüeñas y que nos tiene muy aburridas con tanta demanda. Otras personas no encajan y no aceptan un no como respuesta. Hay de todo, pero tu tienes que saber a quién tienes delante pidiéndote algo que no quieres hacer o dar o prestar.

Pasé por distintas situaciones en mi vida que tuve que tomar duras decisiones que afectaban a mí y a la otra persona. Pero si yo optara por decir un si porque me costaba decir que no o poner límites, la perjudicada era yo. Y hace mucho que aprendí que en la vida hay que poner límites, aunque sea a la persona que más amas en el mundo. Fueron momentos muy duros para mí, pero al final fue positivo para todos, aunque no todos los implicados fueran conscientes de ello. Eso a mí no me importaba. Realmente lo que me importa es lo que pienso yo de mí.

Yo no estoy a favor de decir un no mintiendo con hoy no puedo, ya he quedado, no tengo lo que pides, o no te presto lo que sea porque hoy lo voy a usar… de esta manera te excusas en los demás. Es probable que te entienda, pero te lo pedirá otra vez otro día.

El no poder hacer algo y el no querer hacerlo es respetable tanto uno como el otro y el demandante tiene que aceptar que no lo quieres. Si se enfada es su problema, pero si le mientes seguro que volverá a pedírtelo.

En el caso de que lo que te pide es muy importante para esta persona y por el hecho de conocerla quieres decirle que no, pero entiendes que es importante para ella, tendrás que poner condiciones a tu sí. Tenéis que llegar a acuerdos para tener garantías de no salir perjudicada en esta historia. Si te falla, si no cumple con lo acordado, como decimos en España, una y no más santo tomas.

Significa que ya no se repetirá lo mismo. Que será la última vez que te presto dinero, o el coche, que haga algo en la cama que no quiero, que vivas en mi casa, que te doy responsabilidad, que te dejo salir, que hago horas extras sin que me las pagues, etc….

Muchas veces dices que sí para evitar conflicto, para no sentirte culpable, para evitar que te rechacen, pero no hay garantías de nada, aunque digas sí siempre. Si dices sí a todas las peticiones de tu pareja para que no te deje o para no discutir, ¿qué pasa contigo? ¿Dónde te quedas? ¿Qué valor te das?

Una pregunta que te puedes hacer cuando quieres decir no es: ¿Qué gano diciendo sí? ¿Qué gano diciendo no? Y eso no es ser egoísta. Piensa un poco.  Si quieres decir no y terminas diciendo si por algo será ¿no? Porque si es algo que estás de acuerdo y no te supone ningún problema, lo lógico es no dudar y decir sí. Pero si dudas algo hay que meditar o directamente negar.

Recuerda que decir NO aumenta tu autoestima, refuerza la confianza en ti, te sientes liberada y muy a gusto en tu piel.

¿A qué estás diciendo sí cuando quieres decir no?