El Poder del Pensamiento
Dicen que tenemos de 60.000 a 70.000 pensamientos diarios. Estos pensamientos tienen mucho poder. Si ellos no están bien gestionados pueden ser muy destructivos, pero ellos también posen la capacidad de proporcionarte crecimiento para vivir una vida plena y feliz. Tu bienestar depende de la calidad de estos pensamientos.
Hola, ¿qué tal estas? Tú que me sigues sabrás que he tardado más de lo habitual en subir un nuevo episodio. Estaba justamente gestionando y procesando mis pensamientos para hacer un cambio en mi trayectoria profesional.
Te dije en el episodio anterior que, para celebrar los 100 episodios de autoestima en apuros, voy a sortear 3 sesiones para 3 personas de cualquier parte del mundo con las cartas coaching game. Si quieres saber de qué va esta sesión con ellas, ve a mi web y en servicios veras la información sobre estas maravillosas cartas. Es muy interesante la sesión sobre todo si estas en este momento de tu vida que no sabes que hacer. Mi web es elisaprieto.com y de paso echa un vistazo a los ebooks que regalo, ok?
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El poder del pensamiento
Como dije en el inicio de este episodio, tenemos miles de pensamientos al día. De 60 a 70.000. Es una locura, podemos pensar, pero es una buena noticia. Cuando supe la cantidad de pensamientos que podemos tener al día, me relajé porque yo pensaba que no era muy normal pensar tanto. De hecho, no podemos dejar de pensar porque es nuestra propia naturaleza.
La ciencia ha hecho un gran avance en el mundo de los pensamientos, pero aún hay mucho misterio sin resolver. Lo que han descubierto sobre los pensamientos negativos es que ellos proceden de los recuerdos que se elaboran en la zona del hipocampo y gran parte de los pensamientos negativos vienen de recuerdos como malas noticias, trauma infantil, decepciones, rupturas, etc…
El pensamiento positivo está relacionado a un sueño, a un proyecto, a un propósito, a la ilusión de lograr algo o llegar a algún sitio, o superarse a si mismo, a nuevas ideas…
Los pensamientos positivos tienen efectos positivos en tu vida y los negativos son muy perjudiciales mantenerlos en el tiempo porque tanto uno como el otro tendrá un impacto en tu vida. El pensamiento positivo te ayuda a salir a flote, a cambiar de rumbo y sin embargo el pensamiento negativo te puede dejar en un callejón sin salida.
Para poder saber como piensas habitualmente tendrás que empezar a observar que pasa por tu cabecita cada vez que la vida te pone en alguna tesitura. Cuando todo va bien nuestros pensamientos suelen ser optimistas, positivos hasta que algún estimulo o situación negativa te sacude y empiezas a tener pensamientos irracionales o distorsiones cognitivas. Voy a nombrarte las mas comunes para que identifiques como piensas y que hacer para cambiar esta forma de pensar.
Cuando calificamos todo en términos extremos como bueno o malo, blanco o negro, correcto o incorrecto tenemos el pensamiento polarizado. No hay término medio.
Cuando una pequeña parte de un todo sale mal, valoramos todo el hecho de forma negativacon pensamientos del tipo todo me sale mal, mi vida es un desastre. Solo nos enfocamos en lo negativo.
Usar con frecuencia el siempre, nunca, todos, nadie por ejemplo. Nunca me sale bien las cosas. ¿nunca, nunca? Todos los hombres son egoístas, frase muy usada. ¿Todos, todos? Pensar así es una Sobregeneralización
Interpretación del pensamiento. Esta forma de pensar la veo a diario en mi consulta. Estamos constantemente haciendo suposiciones. Creemos saber lo que la otra persona está pensando o sabemos porque ha actuado de una manera o de otra.
Una forma habitual de pensamiento es ver todo negro, todo de forma pesimista. Es tener una visión catastrófica. Aquí entra en juego los y sis. Y si me sale mal, y si me pasa algo, y si me quedo en blanco…este tipo de pensamiento catastrofista puede llevarte a sentir ansiedad y si está descontrolado y es muy recurrente puede darte un ataque de pánico. Habría que trabajar la ansiedad.
Pensar que todo lo que ocurre es tu responsabilidad, todo es por tu culpa porque te sientes indigno o mala persona o creer lo mismo de los demás es tener pensamientos de culpabilidad. He escuchado a una clienta justificar el maltrato de su pareja diciendo que ella era la que le provoca. Puedes decepcionar a tu pareja porque te pilla en una mentira o incluso en una infidelidad, pero eso jamás le da derecho a maltratarte.
Y para mi el peor entre dos personas es querer tener la razón siempre. Esta persona no empatiza ni respeta la visión y opinión de la otra persona. Y esa forma de pensar destruye cualquier relación.
La mayoría de nuestros pensamientos positivos o negativos vienen de nuestras experiencias, de nuestros aprendizajes, de nuestra educación, de los condicionamientos sociales, familiares, políticos, etc…
Nuestros pensamientos son racionales o irracionales. Los racionales son objetivos con respecto a la situación y cualquier persona puede ver lo mismo que tu.
Los irracionales son subjetivos, son pensamientos que no todo el mundo ve lo mismo que tu porque tu valoración de los hechos está basada en tus creencias limitantes, en tus emociones y en tu visión personal de la situación.
Los pensamientos irracionales, que no tienes evidencias de lo que estás pensando o que son exagerados, son los que hay que trabajarlos.
En sesión yo asocio los pensamientos irracionales, exagerados y subjetivos al niño interior y los pensamientos racionales, objetivos y coherentes los asocio al adulto. El adulto puede ver de forma objetiva la situación sin estar embargado por la emoción que más predomina cuando las cosas no van bien. El miedo.
Al colocar los pensamientos en la voz del niño y del adulto es más fácil abrir un dialogo interno para poder calmar esa voz interior que te está condicionando de forma negativa tu vida.
El dialogo interior es la clave. Pero primero tienes que localizar estos pensamientos que te impiden ser feliz. Cuando localices estos pensamientos hay que cuestionarlos para buscar una alternativa y convertirles en un pensamiento positivo. No vale con solo pasarlo a positivo y repetirlo como un loro, hay que buscar las evidencias de lo contrario y guardar esta nueva información.
Para terminar yo te diría que no olvides esta fórmula. Lo que piensas mueve una emoción y esa suma del pensamiento más la emoción te lleva a tener un comportamiento de acuerdo con lo que piensas. Y este comportamiento o conducta te lleva a un resultado. Si has pensado en negativo el resultado será negativo.
Es la formula de las creencias limitantes. Pensamiento + emoción = decisión = acción = a resultado. Si no cambias el pensamiento estarás perpetuando la idea negativa inicial y el resultado no será el que esperas.
Me gusta mucho esta frase de Gandhi para cerrar este episodio.
«Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque convertirán en tus hábitos
Y tú ¿cuidas tus pensamientos?