Nunca es tarde para cambiar
La vida nos da muchas oportunidades, pero no siempre las vemos. A veces sí vemos esas oportunidades e incluso ellas conectan con algún deseo o pasión que quedó olvidado, que quedó en el pasado, pero aun así decimos no a esta oportunidad. Decimos no porque tenemos miedo, porque pensamos que somos mayores, que haremos el ridículo, que ya es tarde o pensamos que somos realistas y nos decimos ¿a dónde vas?, para el carro. Y nos quedamos donde estamos.
Bienvenida o bienvenido si nunca me has oído y para ti que ya me conoces te cuento que hoy voy a salir un poco del tema de pareja o autoestima. Me apetece hablar de un tema muy temido por la inmensa mayoría de la gente. El cambio. Pero antes te invito a ir a mi web a descargar los ebooks que tengo sobre la autoestima, sobre el amor y sobre la sexualidad. Ahhh y si no me sigues aún en Spotify o en otras plataformas, te pido que lo hagas porque tú eres la razón por la cual estoy aquí, para ti. Gracias por estar ahí.
Nunca es tarde para cambiar.
Tristeza: Cambio, cambio, cambio ohhhh para que cambiar. salimos de nuestra zona de confort. (voz triste)
Ira: Hay que abordar al enemigo. Miedo recuérdale que es demasiado mayor para un cambio y que va a hacer el ridículo
Miedo: Si, si es muy mayor, muy mayor y va a hacer el ridículo. Oh, Dios mío.
Ira: Tristeza Dile que no tiene fuerza para enfrentarse a algo nuevo, que lo hará cuando se sienta feliz, cuando adelgace, cuando los hijos se vayan de casa, o dile que para cuando se jubile.
Alegría: Cambio, siempre he soñado con este cambio por fin llego el momento. Voy a ser esta persona que siempre quise ser, viajare por el mundo, cambiare de profesión, iré al gimnasio, escribir un libro…ahhhh que alegría, me siento tan feliz. Dijo alegría.
La Ira, la tristeza y el miedo corrieron y taparon la boca de alegría. Al final ellos pudieron con ella y el cambio no se logró, el deseo se archivó en lo más profundo del inconsciente.
Y colorín colorado este cuento no se ha acabado.
Eso es lo que pasa en nuestra mente cuando queremos hacer un cambio.
¿Te acuerdas de la película Inside out? en España la titularon del revés. Si no lo has visto y te gusta la animación te la recomiendo para conocer un poco sobre las emociones y como ellas condicionan nuestros comportamientos y decisiones.
Pues este pequeño dialogo entre el miedo, la ira y la tristeza es lo que nos pasa en nuestra mente cuando queremos hacer un cambio. Alegría una emoción muy agradable está en desventaja con respecto a las otras porque aparentemente ella está sola. La mayoría de las veces el miedo gana esta lucha interna porque se apoya en las experiencias pasadas. La tristeza como le encanta estar en el pasado, es su mayor aliada y el miedo se proyecta al futuro siempre imaginando el peor de los resultados.
El miedo siempre utiliza los y sis. Y si me sale mal, y si nadie me compra, y si me equivoco, y si es peligroso, y si me hago daño, y si me quedo en blanco, y si, y si y si hasta el fin del mundo. Tenemos más argumentos en contra para no hacer el cambio que a favor.
Eso ocurre cuando no sabemos gestionar las emociones porque en realidad todas ellas son funcionales, aunque sentirlas no es muy agradable que digamos salvo la alegría.
Además, son muy necesarias todas ellas en su justa medida. Todas ellas te ponen en marcha con todo lo necesario para ejecutar el cambio.
Es cierto que los cambios no son fáciles y tu cerebro al principio no te apoya porque él no quiere gastar la energía que requiere un cambio. Él también está mirando por tu bien estar igual que las emociones que tendrás que oírlas, entenderlas y gestionarlas para el beneficio del cambio que quieres en tu vida.
El mayor enemigo del cambio es querer tener todo bajo control incluso lo que no depende de ti. Está en tus manos hacer lo que haya que hacer para que el cambio se dé, pero no puedes asegurar que vaya a ser exactamente como tú quieres. Debes tener más amplitud de miras. Hay que estar abierta, ser flexible y no tener las expectativas muy altas.
Si el cambio que quieres es un divorcio, deberás tener muy claro que es lo que quieres para ti, para tu vida y lo que ya no deseas más y dar el salto. Es un salto al vacío porque no sabes cómo lo llevaran tu entorno, pero tu certeza de lo que quieres son tus alas. Tienes que confiar en ti y soltar el control de los demás. Cuando sabes lo que quieres para ti, mirando todo lo que implica una separación, eso será tu motor, tu palanca para tomar la decisión e irte. Recuerda que hay millones de personas divorciadas en el mundo. Todas ellas tuvieron y tienen otra oportunidad de ser felices.
Si quieres cambiar de trabajo o de profesión te entrarán las dudas como en cualquier cambio. Pero lo más importante antes de dar el paso es saber que te apasiona, que te gusta hacer que puedes pasar horas y horas y ni te das cuenta del tiempo. Por supuesto que hay que tener sentido común y discernimiento. A mí me encanta cantar, pero canto fatal, no tengo voz. No porque me guste voy a intentar ser cantante. Hay que tener criterio. Tiene que ser algo que te apasione y que se te dé bien. Y lanzarse.
La receta para un cambio seria.
Primero saber que te apasiona y se te da bien. Una vez que lo sabes marcar un objetivo. ¿Dónde quieres llegar? ¿Qué quieres conseguir? Poner en marcha todo lo que necesitas para lograr el objetivo. A lo mejor necesitas formación, si es un divorcio necesitarás un abogado, si es adelgazar necesitarás una dieta, etc…
Confiar en ti es fundamental porque en el camino de la realización de tu cambio vas a salir de tu zona de confort. Habrá momentos difíciles que tendrás que lidiar con tus miedos y con la incertidumbre. Como reza el dicho si la vida te da limones, hazte una limonada. Enfócate en lo que quieres y confía.
Nada de lo anterior te servirá si no hay compromiso contigo misma. He visto gente abandonar proyectos justo antes de enfrentarse a su miedo, a su inseguridad. Lo hacen porque no se comprometen y se quedan en lo malo conocido que es la zona de confort.
Cuando das el salto hay dos posibilidades abrir las alas y volar o estrellarse. Significa que te puede salir bien o salir mal, pero por lo menos lo has intentado. Dicen que no hay mayor fracaso que no intentar.
Primero encuentras tu “que”, que quieres, para luego llegar a tu “como”, como lo vas a hacer. Busca en ti lo que te apasiona porque ese será tu gas, tu motor.
Si te estas muy perdido y no sabes exactamente hacia donde quieres ir o si lo sabes, pero no sabes cómo hacerlo, busca ayuda de un profesional que te acompañe en este tramo de tu vida.
Yo estoy especializada en autoestima y temas de pareja, pero hay profesionales que están especializados en el terreno profesional, o de la comunicación. Busca a alguien si crees que lo necesitas. A veces es mejor acompañada.
Si vas a emprender un cambio en tu vida, sea lo que sea no te olvides que por lo que vayas a pasar, aunque te de miedo, es solo un tramo del camino.
La vida es como un camino con rectas, con curvas, con baches, con bonitos paisajes, con sol, con lluvia, con subidas y bajadas, con gente, a solas. Así es la vida. Sabemos que todo esto está en el camino, pero lo único que no sabemos es cuando se acaba.
Entonces decide hoy lo que quieres para ti. No lo dejes para después de la curva a lo mejor el camino se acaba ahí.