El sexo habla de mí

El sexo habla de mí

Para hablar sobre la insatisfacción sexual, empezaré explicando que es la sexualidad. No pretendo aburrirte con datos científicos sobre estudios, hay mucha información en la red. El estudio de Masters y Johnson, un ginecólogo y su ayudante, fue el más famoso por ser el pionero sobre la respuesta sexual llegando a ser ellos mismos objeto de su propio estudio. Sí sí lo has entendido bien. Ellos, mientras copulaban, estaban cableados hasta las orejas para registrar las respuestas fisiológicas, es decir, los cambios que sufre el cuerpo durante de las fases que son según ellos son 4: Excitación, meseta, orgasmo, resolución. Más tarde en 1978 Helen Kaplan, psicóloga especializada en sexología, añade el deseo como primera fase entendiendo que la libido se eleva a través de los pensamientos, emociones y sensaciones. En esta fase los aspectos psicológicos son fundamentales para que una persona se sienta sexualmente motivada.

No te voy a contar todos los cambios en el cuerpo pero es importante que tomes conciencia que mientras estamos deseando pasar un buen rato, en nuestro cuerpo se dispara un mecanismo perfectamente orquestado por el cerebro para que disfrutes de un encuentro sexual a tu manera.

Hay líneas y líneas escritas sobre la sexualidad pero lo más importante es saber que nuestra sexualidad nace y muere con nosotros y que gracias a ella buscamos placer, afecto, relacionarnos con los demás, a reproducirnos si queremos o simplemente gozar a través de la expresión corporal, verbal, sentimental, emocional, espiritual e incluso artística. Vamos, que nuestra sexualidad es un regalazo de la naturaleza y si no disfrutas de ella estás perdiendo la oportunidad de sentir el coctel de hormonas que se descarga al tener un encuentro sexual sano, positivo y bonito.

Si todo está bien a nivel biológico, la mente toma el relevo. Para mí lo más importante es la parte psicológica-emocional de un encuentro sexual. Por supuesto que las sensaciones físicas de las caricias, de los abrazos, besos son muy importantes también. Somos seres afectivos por lo tanto el tacto, la piel con piel es además de placentero muy sano a todos los niveles. Así que no te cortes y disfruta del órgano más grande que tenemos: la piel y toda ella es erógena.

Lo que quiero decir con que la mente toma el relevo, es que si tenemos miedos, vergüenzas, complejos, pensamientos limitantes sobre nosotras, condicionamientos de todo tipo, la mente va bloquear el placer. A veces no todo el placer pero sí el tan codiciado orgasmo que es en muchas mujeres, motivo de frustración. Y tu autoestima estará en apuros porque te sentirás fatal contigo misma.

El sexo no debe estar centrado en el coito y mucho menos en que su única finalidad sea el orgasmo. No es una carrera ni una competición. Es un momento de desconexión de los prejuicios, de los miedos, tabúes, mitos, estereotipos para conectarte contigo y disfrutar de la persona que te acompaña o contigo misma. El cuerpo nos regala una serie de químicos como la dopamina, serotonina, oxitocina, endorfina, vamos el coctel de la felicidad. Si estás triste, cansada o aburrida, un poquito de hedonismo no te vendrá nada mal. Esta sensación de felicidad, paz y alegría la sentirás y no te habrás gastado ni un euro. Es una placentera forma de cuidarte y mimarte. Hazme caso, merece la pena. A nivel psicológico y físico estas hormonas reducen el nivel de cortisol. El cortisol está relacionado con el estrés, los miedos, preocupaciones, etc…

En un encuentro sexual además de las fases que antes mencioné, están en el juego tus actitudes y conductas que están basadas en tus experiencias. Estás desnuda pero con tu mochila personal cargada con tus ideas con respecto a la sexualidad, a ti misma y a las relaciones en general.

Desglosamos un encuentro sexual para verlo desde fuera para poder identificar con más facilidad el porqué de la insatisfacción o también sirve para darte cuenta donde quieres mejorar o cambiar.

En un encuentro se da: el deseo, el preámbulo, dar y recibir, la escucha, las fantasías, practicas oral, juegos y juguetes, estímulos, empatía, pedir, negar, negociar, iniciativa, comunicación, complejos, miedos, coherencia, complicidad, emociones, sentimientos, humor, creencias, mitos, tabúes, atención al cuerpo, masturbación, coito, orgasmo, resolución, después de…

El deseo, como ya sabemos, con pensamientos como estímulo es suficiente para dispararlo.

Preámbulo o preliminares. Es muy importante saber si eres una persona que necesitas más o menos preámbulo. Todo en el sexo es cuestión de ritmos y acuerdos. Para saber cuál es tu ritmo y que necesitas tendrás que observarte.

El dar y recibir debe estar equilibrado. Si a mí me gusta dar mucho pero la otra persona no sabe recibir o se agobia con mucho, es mejor ir poco a poco. Y ábrete a recibir sin sentirte mal. Disfruta del momento y de ti.

La escucha es importante para saber, que lo que estás haciendo, te da placer o no tanto. Si estás pensando que te gustaría de otra manera, díselo. No te cortes.

Pedir, negar y negociar. Fundamental. Nadie puede adivinar lo que estas deseando en cada momento o como te gustaría que fuera. Si no te gusta lo que te propone di NO y si no has probado nunca la propuesta y te atrae, negocia tus condiciones y a jugar. En este momento están los juegos, la fantasía, iniciativa, complicidad, la coherencia.

Importantísimo ser coherentes porque si yo digo que sí y en el fondo no me apetece estaré en incoherencia y me sentiré mal conmigo misma. No se puede complacer sin placer. Si lo haces sin placer, es decir que no te apetece nada de nada, este complacer está basado en algún miedo y priorizas a la otra persona dejándote en segundo lugar y te aseguro que esto con el tiempo pasa factura.

El sentido de humor debe estar en la cama. El sexo es un juego, es diversión es disfrutar de este inmenso regalo de la naturaleza. El practicar el sexo solo por placer, nos diferencia de la mayoría de los animales que responden a un instinto de preservación de la especie. El placer en los humanos está por encima de la procreación.

Todo el comportamiento que tenemos en la cama, los pensamientos, ideas de como tiene que ser el sexo con otra persona, están basados en nuestras experiencias, educación, condicionamientos sociales, familiares, religiosos, etc… Como yo me comporto y me siento antes, durante y después del sexo habla sobre mi persona. Habla de como soy íntimamente. Si no digo lo que necesito, tengo un problema de comunicación. Puede ser por miedo o por inseguridad. Si no te sientes respetada ni valorada por la persona que está contigo, sufres y sigues con ella, probablemente tengas que trabajar tu autoestima. Digo probablemente porque no puedo abarcar aquí todas las razones por lo cual una persona mantiene una relación con alguien que no se siente feliz.

Hasta el día de hoy todas las personas que hicieron un proceso conmigo tenían un problema de autoestima en aquel momento. Recuerda que la autoestima no es un valor fijo y en muchas ocasiones puede estar en apuros. Ver ¿Qué es la autoestima?

Para mí el encuentro sexual es maravilloso para detectar cositas a mejorar o cambiar. Así que de hoy en adelante, si algo no va bien, pregúntate que quieres mejorar o cambiar en este terreno. Podría ser que quieres mejorar la comunicación, cambiar de escenario, probar cosas diferentes, tomar la iniciativa, sorprender a tu pareja, poner límites, decir NO, realizar fantasías, lo que sea. El sexo es libre. No existe un modelo a seguir. Solo tienes que escucharte y escuchar a la otra persona y siempre que haya un consenso la diversión y el goce están asegurados.

Los pilares que sostienen una relación de pareja ideal son El cuidado, la amistad y el erotismo. Viene del griego Agape, philia y eros. Pero sobre esto te contaré en otro post.

En El sexo habla de mi II seguiré con la larga lista de lo que ocurre mientras disfrutamos en la cama. Te hare preguntas para que te cuestiones eso que no termina de convencerte para poder mejorar y disfrutar mucho más.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *