La Búsqueda de la Felicidad

La Búsqueda de la Felicidad



La felicidad es uno de los mayores anhelos del ser humano. La búsqueda de la felicidad da a las personas la motivación, el deseo que necesitan para seguir viviendo. La vida esta llena de adversidades, momentos tristes, duros y la capacidad de superar estos baches de la vida, nos da la fuerza y el empuje de seguir adelante.

Hola, ¿qué tal estas? La felicidad es un tema muy complejo para abordar en unos cuantos minutos en un episodio de un podcast. Si abriéramos un debate entre varias personas sobre la felicidad, veríamos que no existe una formula para alcanzarla y que cada uno la percibe de distinta manera.

Para unos la felicidad consiste en tener mucho dinero, para otros tener hijos, trabajar en lo que le gusta, o estar rodeada de animales, otros necesitan viajar por el mundo entero, para algunos es estar en silencio meditando, o vivir en plena naturaleza o en una ciudad grande y cosmopolita….

Lo que tengo claro es que a medida que vas cumpliendo años el concepto de felicidad va cambiando porque tus necesidades cambian.

Está muy bien tener deseos para motivarte a nivel material, pero no hay que olvidar que si tu no cultivas tus pensamientos y aprendes a gestionar tus emociones tu búsqueda de la felicidad puede ser interminable y estar plagada de frustraciones. Recuerda que no todo depende de ti. Preocúpate solo de lo que esta bajo tu control, que dependa de ti y que puedas hacer algo por mejorar o cambiar y por fin conquistar tu añorada felicidad.

A lo largo de la vida y de esta búsqueda de la felicidad, la vida nos va poniendo personas y situaciones donde la mayor recompensa reside en conocerte, en madurar emocionalmente, en aprender en cómo hacer frente al problema que surja y salir resiliente. Esta superación ya te da un estado de satisfacción con un sentimiento de orgullo de uno mismo. Eso para muchos ya es la felicidad.

La felicidad también consiste en saber distinguir lo que merece la pena y lo que no. Por quien lloras y por quién no. Lo que merece un esfuerzo de tu parte y lo que no, personas que merece la pena mantenerlas en tu vida y las que no.  Y Gestionar las emociones y cultivar sentimientos que merezcan la pena ser cultivados.

La felicidad es el continuo aprendizaje del día a día. Dependiendo de como lo afrontas, como lo vives, serás más o menos feliz.

 Desde mi punto de vista, las personas que alcanzan la felicidad son aquellas que aprenden a escucharse, a valorarse, a aceptarse tal cual son, que no se comparan a nadie, que viven en el presente, que saben disfrutar los momentos buenos de la vida y saben gestionar y lidiar los malos. Esa persona es capaz de aplicar la empatía, sabe dialogar,  escucha la otra persona,  ya no quiere tener la razón porque ya no compite con el de enfrente.  

Ya aprendió que dos personas que piensan diametralmente opuesto es casi imposible que cambien de opinión a no ser que percibas una voluntad de querer oír otra versión de lo mismo. A veces las discusiones son interminables porque ninguna de las dos personas baja del burro. Y querer tener la razón siempre o creer estar en posesión de la verdad, te aseguro que no da la felicidad.

Una persona feliz es aquella que se conoce y se entiende, no vive para complacer a los demás ni quiere controlar a nadie. Una persona feliz es una persona libre del miedo al qué dirán, del miedo a la soledad, es una persona que esta en paz en los momentos que la vida se lo permite porque la felicidad es un estado, pero no un estado permanente porque la vida esta llena de reveses y la felicidad consiste en salir fortalecida y más sabia de cada situación que se presente.

Por lo tanto, la felicidad es una cuestión de actitud. Es una mezcla entre la calma, claridad mental y situarse en el presente, en este momento. La felicidad es sentir plenitud, sentir que uno está completo, lleno de si mismo como me gusta decirlo. Si me preguntara si soy feliz yo diría que si porque estoy muy a gusto en mi piel y cuando no me siento bien conmigo o con la vida, me permito estar mal, estar triste o cabreada. No guardo nada para mi. Uso todas las técnicas que enseño a mis clientes para poder expresar y liberar el dolor que siento y después me abrazo y acepto este momento.

Cuando siento miedo, que es la antítesis de la felicidad, recuerdo que esta emoción esta para ayudarme si no sucumbo a ella, y no dejo que me paralice. La escucho y veo lo que me esta diciendo y me pongo en acción. Pido ayuda a un profesional, o a alguien que ya pasó por lo mismo, leo un libro, hago un curso, medito sobre el tema… no quiero alargar sobre los miedos en este episodio. Tengo varios episodios sobre los miedos que quizás te puedan ayudar si es que lo sientes ahora en tu vida.

Lo que si quiero decir es que si siento miedo no puedo sentir amor por lo tanto no puedo sentir felicidad. Cuando estamos en el miedo con respecto a la pareja por ejemplo no confiamos, queremos controlar y el control es estresante por lo tanto no podrás ser feliz nunca con tu pareja. La desconfianza constante no es una buena base para una relación feliz.

Podemos sentir varias emociones como la rabia, la tristeza, el miedo, la alegría. Son emociones básicas y de ellas salen todas las demas. Para simplificar decimos que nos regimos por dos emociones o sentimientos que son el miedo y el amor. Si te pasas la mayor parte del tiempo quejándote, con miedo a que te vayan a dejar, es lo que mas veo en consulta, criticando, queriendo controlar, estresada, insatisfecha con todo, eso significa que el miedo predomina tu vida con lo cual la felicidad será un estado imposible de alcanzar.

Sin embargo, si confías, si te valoras, si estas en paz, tranquila, si cultivas la alegría, el humor, si vives el presente, si agradeces cada detalle de tu vida que estoy segura tienes mucho que agradecer, si ves el lado positivo de las cosas, aunque sea ínfimo, la felicidad se instala en tu vida porque ya esta ahí, dentro de ti. Pero es como todo en esta vida. Este estado de la tan añorada felicidad también se entrena, y muchas veces hay que arriesgarse.

Martha Medeiros una escritora y periodista brasileña escribió un poema que se titula Muere lentamente. Quédate hasta el final del poema, ella da muchas pistas para que encuentres tu felicidad.

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.


Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.


Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no se atreve a cambiar el color de su vestimenta o bien no conversa con quien no conoce.


Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones, justamente estas que regresan el brillo a los ojos y restauran los corazones destrozados.


Muere lentamente quien no gira el volante cuando está infeliz con su trabajo, o su amor, quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida, huir de los consejos sensatos…


¡Vive hoy! ¡Arriesga hoy! ¡Hazlo hoy!


¡No te dejes morir lentamente!


¡No te impidas ser feliz!