Como amar a mi niño interior

Como amar a mi niño interior


El niño interior o niña, que es lo mismo, es esa parte nuestra que sigue estando muy viva en nuestra mente inconsciente condicionando nuestra vida adulta de forma positiva y negativa. En el proceso de autoconocimiento aprendemos a reconocerlo para poder comprender y abrazar esa parte nuestra que quedó sin expresarse y por lo tanto sin procesar.

¿Qué tal estás? Gracias por estar ahí una semana más escuchando a Autoestima en Apuros. Puse este nombre a este podcast porque en la vida pasamos por varias situaciones que afecta nuestra autoestima dejándola en apuros. Y es en estos momentos cuando empezamos a darnos cuenta que la autoestima es un valor inestable y que el gran reto o aprendizaje es poder mantenerla en equilibrio. ¿Es difícil mantener este equilibrio? Sí, no es fácil pero tampoco imposible.

No cansare de decir que la vida es una cuestión de actitud. Y cada dia que pasa voy comprobando que realmente donde pongo el foco va la energía y donde va la energía todo puede suceder. Esto que digo no es nada nuevo. De toda la vida hemos sabido que cuando una mujer quiere quedarse embarazada, no hace mas que ver a embarazadas por todos los lados y todo lo relacionado a los niños. Ella esta poniendo el foco en algo que desea, sus pensamientos van detrás moviendo las emociones y por lo tanto la energía.

Lo hacemos sin darnos cuenta. Es como si diéramos una guía a nuestra mente para que todo nuestro ser, nuestro organismo, nuestras circunstancias confabularan para cumplir con lo que quiero conseguir. Y eso funciona para los dos lados. Para lo positivo o para lo negativo. Si solo me enfoco en lo peor del ser humano es lo que voy a ver constantemente en las noticias, en mi entorno pero si me enfoco en lo positivo y maravilloso que podemos ser y somos la mayoría de nosotros, pues veré más cosas bonitas que feas.
¿Por qué te cuento todo eso? Porque como miramos al mundo, a la vida, como nos enfrentamos a nuestros conflictos, como interpretamos lo que nos pasa tiene mucho que ver con nuestro niño o niña interior.

Cuando empezamos, en las sesiones, a mirar al niño interior, es un momento muy emocionante porqué todo el mundo que entra en contacto con su niño se emociona y se dan cuenta de su niño ha estado abandonado, herido, no amado.

A partir de ahí mis clientes aprenden a oírle y a dialogar con su niño, niña, y empiezan a comprender como muchas veces en su vida ha actuado o reacciono desde este niño que necesitaba reconocimiento, amor, cuidado, respeto y protección.

Es fascinante este descubrimiento porque cuando empiezas a conocerte, a entenderte empiezas a amarte. Te das cuenta que has permitido que personas frías o duras hayan maltratado a esta niña o niño que llevas dentro, o que tú misma no te hayas hecho respetar, o que hayas aguantado relaciones sin amor o respeto y aun así te has quedado con esta persona.

Cuando tomas conciencia de esta parte tuya, lo único que deseas es aprender a protegerle, a escucharle, a hacerle caso cuando no es feliz con alguien, a dialogar con esta parte tuya en vez de reprocharle…cuando lo reconoces ya no puedes olvidar de que está ahí.
¿Cómo podemos reconocer al niño/niña que llevamos dentro?

Nuestro niño interior se forma con nuestras experiencias desde la más tierna infancia. Este niño puede ser un niño alegre, confiado, optimista o todo lo contrario. Todo va depender de las experiencias haya tenido en los primeros años de su vida y como las ha interpretado y archivado.

Si has crecido creyendo que tu mama no te quiere, de mayor en muchas ocasiones actuaras desde la desconfianza. Tendrás un carácter probablemente irascible y te pasaras la vida enojado con todos.

No hay un modelo exacto para nadie porque habrá que ver cómo fue la vida posterior de este niño o niña que creció con carencias de todo tipo o con todo lo contrario, con sobreprotección. Creo que lo que importa es echar un vistazo rápido de dónde vienes, como eran tus padres, es decir la visión que tenías de ellos, y como era la relación con ellos.

A lo largo de tu vida puedes haber mejorado la relación con tu niño o todo lo contrario. Entonces la gestión de lo que te pasa en la vida será con más o menos sufrimiento. Si el niño está sano sabrás dar el tiempo necesario para resolver de forma adecuada lo que te sucede y sacar el aprendizaje que toque. Si el niño está muy herido cada cosa que le pase en la vida será un enorme drama con mucho sufrimiento y no sabrá resolver de forma positiva lo que le pase aumentando más su herida.

Es muy importante conocer y reconocer esta parte nuestra para lidiar mejor con las sorpresas que nos da la vida. Lidiar y gestionar mejor las emociones

¿Se puede curar a este niño herido o niña? Por supuesto que sí. Hay muchas técnicas de trabajo, ejercicios, visualizaciones, reflexiones, autoescucha…que te ayuda a convivir con este pequeño ser, me gusta llamarlo así, que llevamos dentro.

Mi experiencia me dice que todos tenemos un niño herido dentro, que en realidad son experiencias que no se gestionó debidamente, que no se integró y quedo latente esperando el momento de saltar a la superficie y reclamar eso que nos hirió en el pasado.

Curiosamente suele manifestarse mucho en las relaciones de pareja. En este tipo de relación es muy fácil ver cuando es el niño herido el que está demandando más atención, más amor, más reconocimiento, más aprobación o validación. Cuando vemos este tipo de comportamiento en alguien solemos decir que esta persona es infantil o muy inmadura. Porque su conducta o discurso es más bien de un niño y no de un adulto emocionalmente maduro.

Uso en las sesiones un ejercicio reflexivo que siempre me sorprende cuando hablamos del comportamiento que tenían en la infancia cuando tenían que lidiar con alguna frustración. No falla. Seguimos manteniendo el mismo comportamiento cuando queremos algo y no lo conseguimos.

Claro que cada persona es un mundo y no se puede generalizar pero en muchas ocasiones nos repetimos porque muchas veces lo que relama este niño es en resumen que le amen. No puedo decir que el conflicto de todas las personas del mundo sea el amor por uno mismo pero yo casi me atrevería a decir que si amamos esta parte nuestra herida, dolida con nuestros padres o con la sociedad el mundo seria de otra manera.

Estoy segura que así seria porque para mi el niño interno tiene dos partes. La parte herida, abandonada y la parte cuidada, escuchada y amada. El niño amado representa todo lo que en esencia eres. Coge una foto tuya de cuando eras bebe, coge la foto que mas te guste, que conecte con tu corazón cuando veas tu carita en la foto. ¿Y pregúntate que ves en esta foto?

Cuando me veo en mi foto de bebe, recuerdo quien soy. Recuerdo que ese bebe esta dentro de mí, también está la niña de 10 años, la adolescente, la jovencita y la adulta que soy. Pues cuando veo mi foto de bebe veo alegría, espontaneidad, amor, comunicación, creatividad, inocencia, pureza, confianza, ausencia de miedo, diversión, naturalidad. Todo eso veo cuando veo un bebe sonriendo a la persona que le esta haciendo la foto.

Subiré mi foto de bebe a Instagram junto con el título de este episodio. Si quieres verla entra en mi perfil. Es en blanco y negro, por los añitos que tengo, pero que conste que también tengo fotos en color de mi infancia.

Y tú ¿que ves en la foto de cuando eras un bebe? Eso que ves, eres tú.